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lunes, 23 de mayo de 2011

María José Campanario se derrumba ante el juez

‘Me he sentido engañada, estafada, juzgada y condenada, no por un tribunal’

La mujer de Jesulín de Ubrique ha roto a llorar al defender su inocencia ante el juez que instruye el ‘Caso Karlos’. La de Castellón asegura haberse sentido juzgada por la opinión pública, y jura ‘hasta la muerte’ que supiera que su madre iba a ser suplantada. Visiblemente emocionada, ha asegurado ante la sala que el peor día de su vida fue el de la detención de su madre y que, a pesar del juicio mediático al que ha sido sometida, ‘nunca’ ha perdido la fe en la justicia.


María José se ha derrumbado y ha roto a llorar durante su declaración ante el juez.

Muy serena, con un mucho aplomo, pero también visiblemente nerviosa. Así ha defendido su inocencia María José Campanario ante el juez que instruye el 'caso Karlos' y donde tanto ella como su madre están imputadas por un presunto delito de estafa y falsedad documental. Sin embargo, y casi al término de su declaración, la mujer de Jesulín de Ubrique se ha derrumbado y ha roto a llorar.
‘Me he sentido engañada, estafada, juzgada y condenada, y no por un tribunal’, ha asegurado visiblemente emocionada. Aún así, ha asegurado que durante estos cinco años –‘los peores de mi vida’-, no ha perdido ‘nunca la fe en la justicia’.
El momento en el que se ha venido abajo ha sido cuando ha explicado que el ‘peor día’ de su vida fue cuando detuvieron a su madre, Remedios Torres, para la que ha defendido buscar una revisión de su incapacidad no una pensión de invalidez.
María José, cuya declaración se ha producido a última hora de la mañana, ha respondido tanto a las preguntas de su abogado como a los del Fiscal.
En todo momento, ha intentando defender su inocencia y ha jurado ‘hasta el día que me muera’ que nunca tuvo conocimiento de que su madre fuera a ser suplantada para pasar el tribunal médico.
Asimismo, ha querido dejar claro que en todo momento se habla de una ‘revisión de minusvalía’ (con la que su madre ya contaba, concretamente con un 54%) y no de incapacidad laboral. Con gran aplomo ha asegurado que ‘si le correspondía una minusvalía mayor y una prestación era suya’.
Asimismo, negó tener conocimiento que Carlos Carretero, quien ayer afirmó haber recibido 18.000 euros de Campanario para este trámite, hubiera dado de alta a su progenitora para que cotizara el tiempo que le hacía falta para obtener esta prestación y añadió que ‘nunca’ tuvo conocimiento de que se había inscrito a su madre en un domicilio en Cádiz capital.
Además, ha querido explicar las conversaciones telefónicas que finalmente se admitieron y ha asegurado que es ‘absurdo’ que supiera que ella ofreciera la posibilidad de que su madre viajase de Castellón, ciudad donde residían sus padres, a Cádiz si se supiera que iba a ser suplantada.



Admite el pago de 9.000 euros 'para especialistas'

Lo que sí ha admitido la mujer de Jesulín de Ubrique es que pagó 9.000 euros –y no los 18.000 que dijo ayer Carretero- a José Luis López, ‘El turronero’ para que éste se los hicieses llegar al jefe de la policía Local de Ubrique para que fuera ‘atendida por los mejores médicos y abogados, en caso de presentar recurso’.
Y ha añadido que si es para que a su madre la vean los mejores médicos pagaría ‘9.000, 18.000 o 72.000. Lo que haga falta’.
Campanario, que en ocasiones el nerviosismo le llevaba a interrumpir al fiscal, ha explicado que intentó parar los trámites cuando se enteró que su madre, al año siguiente, había sido dada de alta. ‘Monté en cólera, lo reconozco’, ha asegurado, al tiempo que afirmó que le dijo a ‘El Turronero’ que parara los trámites. Este empresario le habría dicho que no pasaba nada y que lo del contrato ‘era mentira’ porque lo que quería Carretero era ‘pedirme más dinero’.
La joven, vestida con una camisa azul abotonada hasta el cuello, ha asegurado que en un primer momento no se lo dijo a su marido por miedo a su reacción con Carretero.
El presidente de la sala, Manuel Grosso, también ha querido preguntar a Campanario en concepto de qué ella pensaba que hacía ese pago. La de Castellón ha afirmado que tenía el convencimiento de que era para ‘pruebas médicas’ y ‘nunca’ para cometer un fraude.
Era, sin duda, la imagen más esperada desde que hace más de un mes comenzó este juicio, uno de los más mediáticos de los últimos tiempos.
Como era de esperar, y puesto que su defensa había decidido no llegar a nigún pacto con el Ministerio Fiscal, María José, para la que piden cuatro años y medio de cárcel, ha seguido manteniendo su inocencia. Con lágrimas, incluso, una imagen a la que no nos tenía acostumbrados.
Mañana será el turno de su madre, Remedios Torres, que durante todo el día de hoy se ha mostrado visiblemente nerviosa. Como cada día que han acudido a la Audiencia provincial de Cádiz, ambas mujeres, acompañadas por Jesulín de Ubrique, han sido despedidas por abucheos e insultos.